Sólo dime dónde lo hacemos
Mercedes Abad
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Desde siempre, lso amantes han buscado un espacio íntimo donde dar rienda suelta a sus deseos, y así el tálamo se consagró como altar del culto a Eros. Pero aquellos que, por motivos imperiosos, no pueden disfrutar de los encantos de un colchón, han de ag